Dios es bueno y misericordioso, con tener una vida en Cristo recibiremos bien.
Solo con tener una vida en el corazón en Cristo recibiremos bien.
En el dinero se encuentra un poco de felicidad, pero el amor verdadero solo se encuentra en tu familia.
Con el tiempo y la madurez, aprendemos que tienes dos manos; una para ayudarte a ti mismo y otra para ayudar a los demás..
Cuando nosotros hacemos el bien recibimos bien. El secreto es tener una vida con el corazón en Cristo.