La vanidad se refiere a un aspecto de la naturaleza humana enfocada en aquello que trata de satisfacerse con orgullo excesivo de cosas terrenales, como la riqueza, fama, etc.
Se la realiza equivocadamente para darle algún sentido a su existencia, adentrándose en la necedad de no buscar a Dios, cayendo en idolatría, auto adoración y rompiendo todo principio de vida cristiana.
Consideremos la vanidad que tenemos en nuestros corazones, de nuestras vidas y el orgullo de los logros; consideremos ser el instrumento del creador, el reflejo de la luz de la eternidad prometida y veamos nuestra condición humana delante de Dios, arrepintiéndonos de nuestros pecados y creyendo en el camino de palabra de vida que Dios le ha dado al mundo.
«Que no confíe en la vanidad, engañándose a sí mismo, Pues vanidad será su recompensa.» (Job 15:31)