El tercer mandamiento dice "Santificar las fiestas". Este mandamiento nos manda oír misa entera todos los domingos y no trabajar en dicho día, ya que es sagrado. Se comete pecado trabajando un domingo si se lo hace sin grave necesidad por más de dos horas, siendo además trabajo material y cansador.
No es pecado hacer tareas como: cocinar, barrer, comprar, lavar el auto, curar enfermos, hacer las tareas del colegio, leer, escribir, tocar instrumentos, jugar, pintar etc. Es decir, todo lo que sea hecho para distracción y que no nos canse o agote física o intelectualmente como para poder luego enfrentar bien la semana.
Con respecto a la Misa, no sólo debemos asistir los domingos sino que también los demás días de fiesta de guarda como el 1 enero, el 8 diciembre, y el 25 diciembre. Faltar deliberadamente a misa los domingos es cometer pecado grave ya que los fieles están obligados a asistir, excepto que estén excusados por una razón seria, como por ejemplo, estar enfermo o tener que cuidar a alguien.