Para solucionar este problema es necesario que los dos estén dispuestos a solucionar los conflictos mediante el diálogo, hacer un presupuesto incluyendo la lista de todo lo que deben gastar, comprar, como: alimento, casa, si arriendan o pagan una hipoteca, alimentación, luz agua, teléfono, un rubro para gastos imprevistos incluido el ahorro, vestimenta, etc, y no hacer gastos innecesarios.
Viéndose apoyados el uno en el otro de manera tan incondicional, vivirán amándose como se lo prometieron al casarse: en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las penas, en la pobreza igual que en la bonanza y los problemas se minimizarán. Y serán felices aunque les falte la riqueza; porque, para ambos, la felicidad que anhelan es la de vivir el amor verdadero, y no verse perdidos sin apoyo ni con quien descansar.
Fuente: Alberto Morales - Revista En Familia
Matrimonios para Cristo - Ecuador