Cuando hablamos de la prudencia nos referimos a la sensatez o buen juicio, es decir consiste en discernir y distinguir lo que es bueno o malo en una determinada situación, para saber cómo hay que actuar y decidirse a ello.
La prudencia es la medida ética de como obrar, es guía y razón precisa de todas las demás virtudes. El obrar prudentemente significa deliberar, crear un juicio y tomar una decisión en una misma línea de un vivir coherentemente por Cristo, con Él y en Él