El alimento para el alma

Algunos hombres creen que amar a su esposa significa decir: “te amo, te amo mucho. Beso y abrazo, etc. ”pero en todo lo demás de la vida diaria actúan como si odiaran a sus esposas o como si las quisieran apenas un poquito. El amor de demostrar con acciones, con los actos debe demostrar cuan profundamente se ama a la esposa. Amar no es una confesión de amor de labios nada más. Si ponemos nuestras miradas en Dios podemos identificar que así es el Padre ama a su Hijo, así como Dios ama a su iglesia, así como Dios ama al Hombre, así el hombre debe amar a su mujer.

Ser cabeza significa amar y cuidar a nuestras esposas como Cristo ama y cuida a su Iglesia. Una de las maneras de demostrar amor por nuestras esposas es ser la cabeza del hogar, ejerciendo el papel de autoridad que Dios nos ha dado. Ser la cabeza no significa buscar nuestro beneficio personal para satisfacernos a nosotros mismos. Ser la cabeza es buscar el beneficio de otros, en este caso el de nuestras esposas. Ser cabeza no significa gobernar como un tirano, ni andar malhumorado, ni ser grosero. El esposo también debería amar a su esposa como Cristo amo a la Iglesia. Ese es el modelo que tenemos los varones. Como cabeza del hogar el esposo debe amar a su esposa con un amor sacrificial, muchas veces el esposo tiene que renunciar a algunas cosas por ella.

<< Maridos, amén a su mujer, y no le amarguen la vida. >> (Colosenses 3, 19)