El matrimonio es la base del orden social, la fuente de la virtud y el cimiento de la sociedad. Dios ha definido el matrimonio como un convenio eterno y sempiterno. El matrimonio es santificado cuando se valora y se honra en santidad. No se trata solamente de una unión entre marido y mujer, incluye una asociación con Dios”.
Los mayores gozos de la vida se hallan en la familia. Las relaciones familiares sólidas requieren esfuerzo, pero dicho esfuerzo brinda felicidad en esta vida, podemos estar unidos con nuestro cónyuge en propósito y en hechos; podemos permitir que nuestras cualidades singulares se complementen al afrontar juntos las dificultades y al aumentar nuestro amor y comprensión
«Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste» (Juan 17;21)