La fe en Dios no es más que creer que Él existe y que es bondadoso de los que le buscan y de los que le aman. Es esta fe la que lleva a los hombres a todo conocimiento y a toda fidelidad.
Cuando rezamos hablamos con Dios, nuestro amigo. Sacamos de nuestro corazón las penas y todo lo que nos preocupa. A los pies de quien nos sostiene y levanta todo el tiempo. Y esto solo lo hace una persona de Fe.
«Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.» (Hebreos 11:1)