No podemos pensar en lo que estarías haciendo sin tu esposa; recordemos que Adán se encontraba solo y no fue bueno para él, así que Dios le dio una esposa. Tienes una compañera para toda la vida, ¡qué bendición! Agradécele a Dios y reza por ella a diario.
«El que encontró una mujer encontró la felicidad y obtuvo el favor del Señor» (Proverbios 18,22)