En el matrimonio el esposo siempre debe ser considerado con ella, para ser considerado se debe renunciar a los intereses de uno mismo. Cuando ella necesite levantar cosas pesadas, ¡hazlo tú! Si necesita tiempo ¡dáselo!.
Ayuda a tu esposa con toda tu energía, muéstrale tu amor con toda consideración. Reza y pide a Dios la gracia para ver en qué ocasiones actúas desconsideradamente, y corrige tu comportamiento.
«Los esposos, a su vez, comprendan que deben compartir su vida con un ser más débil, como es la mujer.« (1 Pedro 3,7a)