En el calendario litúrgico, el primer día del año no es el 1 de enero, sino el primer domingo de Adviento. El Adviento es el primer tiempo litúrgico del año que comienza cuatro domingos antes de Navidad y termina en Nochebuena. Según el día de la semana en que cae el día de Navidad, el tiempo de Adviento puede modificarse ligeramente.
Cristo vendrá de nuevo al final de los tiempos y así lo profesamos en el Credo cada domingo: “Y vendrá otra vez con gloria a juzgar a vivos y muertos; Y su reino no tendrá fin” (Credo Niceno). Durante el Adviento nos preparamos para la venida de Cristo en Navidad, pero también recordamos que Cristo prometió volver.
Para las personas con un corazón inquieto de lo que les gustaría de regalos en temporada de Adviento, no es el verdadero gozo de la Navidad, si no lo que se comparte con cada miembro de la familia, sentados alrededor de la mesa, hablando con dulzura a todos los demás, y dando gracias a Dios por cada una de las bendiciones recibidas.
«Entrando en la casa, vieron al Niño con Su madre María, y postrándose Lo adoraron; y abriendo sus tesoros Le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra.» (Mateo 2,11)