Jesús hizo algo excepcional en la última cena: lavó los pies de sus apóstoles. Era tan impensable que Pedro se opuso vehementemente. Un Maestro nunca haría el trabajo de un esclavo. Pero eso es lo que hizo Jesús. Manifestó un auténtico liderazgo servidor.
Jesús hizo algo excepcional en la última cena: lavó los pies de sus apóstoles. Era tan impensable que Pedro se opuso vehementemente. Un Maestro nunca haría el trabajo de un esclavo. Pero eso es lo que hizo Jesús. Manifestó un auténtico liderazgo servidor.
Jesús era Maestro, Señor y Dios. Él lo sabía y sus discípulos lo sabían. Jesús era "consciente de que el Padre había puesto todo en sus manos y de que él había venido de Dios y volvía a Dios," (v.3). Pero él escogió hacer el trabajo de un esclavo, "Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos" (v.5b). Pedro dijo: “¡tú jamás me lavarás los pies a mí!” (v.8a). Nunca. De ninguna manera. Inconcebible.
¿Nos damos cuenta de qué se trata todo esto? “¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque lo soy.” (V.12b-13). ¿Cómo podían comprender un acto tan increíble y extraordinario? Simplemente no se hacía. Un maestro era un maestro, y nunca actuaba como esclavo.
Pero eso es lo que hizo Jesús. Y eso es lo que se supone que debemos hacer. “Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros." (v.14). Ustedes también deben servir el uno al otro. Esto no depende de la dignidad de la persona a la que se está sirviendo. Jesús lavó los pies incluso a Judas, de quien sabía que iba a traicionarlo (v.2, 11). Y si usted está llamado a ser un líder, está llamado a ser un líder servidor.
Pero a menudo no entendemos todavía. No nos damos cuenta de lo que significa ser un líder servidor. Sí, servimos, pero nos enfocamos en ser un líder. Más bien, debemos liderar, pero al hacerlo siendo meros servidores. No somos los más grandes, sino los más pequeños. Incluso cuando somos los primeros, tomamos el último lugar.
Ustedes que son llamados al liderazgo servidor, aprendan bien la lección. Que entendamos completamente lo que esto significa, si no ahora, más tarde. “No comprendes ahora lo que estoy haciendo, pero después lo comprenderás." (v.7). Hemos sido instruidos por nuestro Maestro. Si hemos de ser dignos de ser sus líderes servidores, debemos obedecer. "Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes" (v.15).
Frank Padilla